Caminamos hacia la muerte
en estos días de SEPTIEMBRE
a los que no les encuentro el tiempo.
Caminamos mordidos, dolidos,
afrentados a la suerte.
Tan dentro del camino
que por mucho que me arroje
ni una cuarta del cuerpo
alcanza a descansar en la vereda.
Tan presos del destino.
Tan lejos,
tan huecos,
tan cerca.
19/10/08
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